La vida te lleva por senderos insospechados y este año me ha llevado por uno bastante inhóspito e imprevisible.
La ilusión llegó a mi con la posibilidad de tener hijos tras años de búsqueda. Al fin me llamaron de la seguridad social que había entrado en las listas de la Clínica de Fertilidad y en breve comenzaba mi tratamiento. Tras esa alegría todo se tornó negro. Primero fue mi madre. Tras meses hospitalizada sin saber que era lo que tenía le descubrieron cáncer de páncreas. Fueron meses de lucha, sufrimiento y esperanza. Y mientras pasaba todo eso, yo comencé con mis inyecciones para someterme hasta tres inseminaciones infructuosas. La enfermedad de mi madre la cogieron a tiempo y todo salió bien. Una gran operación de reconstrucción de la cabeza del páncreas entre otras muchas cosas, quimo y todo apunta a su curación total.
Pero desgraciadamente la vida sigue dándo fuerte...
Durante mi tratamiento hormonal, me descubrí una inflamación en el pecho. Hace un año me dianosticaron senos fibroquísticos que me provocaban durezas en los ganglios del pecho. Es por ello que al principio no me preocupé.
Al resultarme doloroso fui a mi médico de cabecera y así hasta llegar al cirujano. Fueron meses de saber que es y hacerme pruebas hasta que ya se confirmó...cáncer localmente avanzado de mama. La tardanza del pronóstico ha sido mi juventud, la forma atípica de presentarse y no tener descendencia en mi familia.
Y vosotras diréis? porque nos cuentas esto?
Sinceramente, no lo se...así lo sentía
Aquí estamos nosotras. Viviendo la vida, compartiendo ilusiones, compras, necesidades y de repente, todo te cambia.
Aún así, aquí sigo, leyéndoos todos los días. Y aunque ahora esté calva, con otra piel, sin cejas, con apenas pestañas y dentro de unas semanas sin pecho, soy feliz! porque estoy viva! y porque la vida sigue!.
Gracias a tod@s por estar ahí y hacerme los días más amenos...
